Guardavidas advirtieron que los pileteros no están amparados por la normativa actual

Destacaron que la carrera incluye diversas disciplinas y que el Decreto 27/89 establece que deben actuar en todo lugar donde se practiquen o desarrollen actividades náuticas, tanto públicos como privados.


Integrantes de un cuerpo de guardavidas que buscan transformarse en una asociación plantearon cuestiones vinculadas con la ingerencia profesional y el encuadre legal de la actividad, con la intención de lograr la adecuación de los servicios.Matías Guzmán, Matías Urrutia y Víctor Salaberri explicaron que pretenden el cumplimiento del Decreto 27/89, “que exige que todas las piscinas, natatorios o espejos de agua tengan un guardavidas habilitado”, dijeron.Añadieron que “desde hace 10 años que en la zona de Tandil (Ayacucho) que existe la especialización, con la debida certificación oficial”.La norma en cuestión establece entre las condiciones para ejercer la función el “poseer la Libreta de Guardavidas, expedida por la Dirección de Educación Física de la Dirección General de Escuelas y Cultura de la Provincia de Buenos Aires, único documento reconocido como habilitante”.
“Hay mucho desconocimiento”

Los guardavidas indicaron que en Tandil “hay mucho desconocimiento en la sociedad” acerca de la función y agregaron que “antiguamente había un curso de piletero, basado en una norma de 1978, que determinaba que cualquier municipio podía hacer una ordenanza para capacitar pileteros por no haber guardavidas”.Actualmente, el panorama cambió dado que “hay más de once camadas de guardavidas en la zona, más allá que vienen chicos de Mar del Plata. El problema es que no se pueden incorporar al sistema para trabajar”.Consultados acerca de las diferencias entre ambos, señalaron que “el guardavidas es un profesional que realiza una carrera que dura entre un año y un año y medio. Se capacita para actuar no solamente en piletas sino también en mar, ríos y lagunas. La carrera no sólo aborda temas prácticos, sino también cuestiones como ecología, anatomía, derecho, etcétera”.En tanto, “el curso de piletero ahora se llama socorrismo acuático, pero es para un listado de emergencia en el caso de que no haya guardavidas”, dijeron y aclararon que “si llega a pasar cualquier cosa, los balnearios no están amparados, porque la ley caerá contra el balneario y el profesional. El único que está amparado en la ley es el guardavidas”.
El panorama laboral

Posteriormente, los guardavidas de Tandil indicaron que en la zona hay profesionales que están sin trabajo e informaron que están llevando adelante una serie de reuniones. “Para la cantidad de piletas de Tandil, no se necesitarían pileteros. Pero hay guardavidas sin trabajo que tienen que ir a otras ciudades porque acá están ejerciendo los pileteros o socorristas acuáticos. Hay pueblos de la zona que convocaron profesionales de Tandil o nos tenemos que ir a la Costa”, explicaron.Indicaron que los profesionales comenzaron a reunirse hace pocos meses y que “hoy seremos unos 60, pero llegaremos a 120”, a la vez que pusieron a disposición de los interesados el contacto por medio de Facebook y en link “guardavidas zona Tandil”.Finalmente, no dejaron de lado que el contralor está a cargo del Municipio, ya que el artículo 22 del decreto mencionado le otorga la responsabilidad de “supervisar, controlar, inspeccionar, verificar y exigir el fiel cumplimiento” del reglamento.*